Internet ha demostrado que la invasión de la privacidad se ha convertido en un lucrativo negocio. En efecto, los anuncios online se han convertido en un nuevo fenómeno. Empresas pioneras tales como Phorm, NebuAd y FrontPorch descubrieron con con un software especial en la network de los proporcionadores del servicio de internet (ISPS), intercepte las búsquedas de páginas web generadas por sus suscriptores cuando navegan por la red. El programa rastrea las búsquedas y registra un perfil de los intereses de cada suscriptor. Estos perfiles sirven para someter al usuario a la tortura de campañas publicitarias más selectivas. Además, estos programas actúan de forma muy inteligente.
Hay otras actitudes aún más perversas, como las llevadas a cabo por la empresa por Phorm, hasta el año pasado conocida por 121Media. Esta compañía conseguía que el usuario desacargase paquetes de software incluidos en Adware. Este software, se instalaba en cada ordenador y controlaba los hábitos de cada internauta. Una vez conocidos estos hábitos, periódicamente (o continuamente) iba lanzando ventanas emergentes con los anuncios más adecuados para cada uno. Lo más curioso de todo esto es que se trata de una estrategia completamente legal. También Google utiliza un sistema de rastreo de los hábitos de los suscriptores para moldear adecuadamente su publicidad.
Bibliografía: Watching while you surf. The Economist June 7h 2008
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