En los sectores afectados por la actual crisis alimenticia suele plantearse cuál es el papel de China en el incremento de los precios. De hecho, ya hemos hablado de ello varias veces en el blog. En esta ocasión profundizamos en las necesidades de suministro de grano a China, basándonos en el artículo “The ravening hoards” publicado en The Economist April 19th 2008.
La preocupación del gobierno chino es conseguir que China sea autosuficiente y mantener el país a salvo de la elevación mundial de los precio. Pero la población de China está preocupada por la inflación de los precios de los alimentos, y especialmente por el incremento espectacular de los últimos meses. Los precios se están elevando con fuerza pero el mayor impacto está teniendo lugar en la carne. Si exceptuamos importaciones de variedades de alta calidad, la inflación del trigo y el arroz no ha sido tan importante como la que está teniendo lugar en la carne. China tan solo importa un 10 % del cereal que consume. Para garantizar sus suministros, no olvidemos que alimentar a una población tan grande supone un enorme esfuerzo, China comenzó a restringir sus exportaciones a principios de este año, y ello ha comenzado a afectar a varios países. El caso más serio es del de Corea del Norte, que podría estar a punto de enfrentarse a una crisis similar a la que vivió el país a finales de los 90.
En China, por el momento no parece haber problemas de escasez. La producción cayó en 2003 pero el gobierno impulsó una serie de medidas que han conseguido aumentarla nuevamente. El gobierno chino ha desvelado recientemente algo que era secreto de estado: China mantiene unas reservas de grano de 150-200 millones de toneladas, aproximadamente el 30 % de su producción. Pero no todo parece estar tan claro, algunos informes de prensa indican que en Guangdong, limítrofe con Hong Kong, se ha estado acumulando grano. Respecto al futuro, la población sigue creciendo pero la tierra cultivable es un recurso limitado.
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