La idea ha surgido al leer en World News, los problemas que están teniendo en la India los exportadores de sal, o los exportadores pakistaníes de cemento. En efecto, los fabricantes de productos que exigen muy poca transformación, y por tanto se pueden instalar en cualquier país, están viendo ahora cómo los costes de transporte se disparan. El petróleo no está afectando a todos por igual. Las regiones más perjudicadas son Asia, África y América, mientras que los europeos son los que más beneficiados por esta coyuntura. En efecto, la fortaleza del euro hace que los costes de los combustibles sean mucho menos preocupantes para los transportistas europeos. Cierto es que también están siendo golpeados por el incremento de los costes, pero en mucha menor medida de lo que están padeciendo los países que tienen que exportar a largas distancias. Es una diferencia sutil, pero muy importante para muchas áreas productoras europeas de productos baratos, pesados y poco elaborados (p.e. materiales de construcción). Solamente es rentable exportar este tipo de productos a largas distancias si los costes del combustible son bajos, en caso contrario no es factible su exportación. Las repercusiones de esta posible nueva tendencia pueden ser muy importantes para productores europeos que tienen competidores directos en Asia, Lationamérica y África.
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