El masivo estímulo fiscal aplicado por el gobierno chino podría estar dando resultados, y todavía hay posibilidades reales de que la economía del país crezca este año un 8 %, una auténtica proeza con la que está cayendo. Hace tan solo tres meses la mayoría de los economistas pensaban que esto era imposible en medio de la recesión global, pero algunos están ahora revisando sus previsiones.
En el primer trimestre la economía china ha experimentado algunos indicios de mejora respecto al último trimestre de 2008. En marzo la economía empezó a tomar velocidad, con un incremento anualizado de la productividad del 8,3 %, mientras que en los dos meses previos sólo creció un 3,8 %. Las ventas al menor fueron un 16 % más elevadas en términos reales que un año antes, y las inversiones se elevaron un 30 %, indicando que el plan de estímulo del gobierno estaba funcionando.
Las exportaciones, en el otro extremo, cayeron un 17 % interanual en marzo y la demanda global se espera quede débil este año. Este es el principal motivo por el que muchos economistas piensan que la economía crecerá tan sólo un 5 % este año pues las previsiones de la caída en las exportaciones tienden a desestimar la importancia de las medidas de impulso del gobierno.
Contrariamente a lo que se piensa, la desaceleración de la economía china no se debió al colapso de las exportaciones a América. El crecimiento económico empezó a ralentizarse en 2007, antes de la caída de las exportaciones, y se debió al colapso de los sectores de la construcción y la propiedad. El gobierno aplicó medidas de restricción del crédito para prevenir un sobrecalentamiento de la economía. Si un colapso en la demanda interna fue lo que frenó el crecimiento chino, la misma demanda interna puede ahora ayudar a revitalizarla.
Bibliografía: Bamboo shoots of recovery. The Economist April 18 th
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