Sabíamos que los fabricantes de bienes duraderos eran un colectivo muy sensible a las crisis económicas, pero lo que no imaginábamos es que Alemania afrontase el 2009 con unas previsiones económicas que no pueden llamarse de otra forma sino catastróficas.
Desde la segunda guerra mundial, la economía alemana ha ido dando increíbles pasos hacia delante, y el gobierno ha invertido profundamente en otros sectores, colocando la economía en el quinto puesto del mundo.
Al enfrentarse a la recesión, el hecho de que la economía sea mayoritariamente exportadora ha provocado serios daños, ya que la demanda mundial se ha debilitado.
Los pedidos industriales cayeron un 8 % en enero, y la producción cayó un 7,5 % desde entonces. Muchos fabricantes, distribuidores, y vendedores están intentando recortar los inventarios y para conseguirlo no están ordenando nuevas mercancías. Esta estrategia ayudará a recortar los costes, tomando menos capital ligado al almacenaje y al inventario pero realmente dañando a los suministradores. La falta de la demanda de los consumidores está comiendo el camino de toda la cadena de suministros.
La economía alemana va a seguir cayendo durante todo este año, y las previsiones apuntan hacia un crecimiento negativo de 2,25 % en la economía
Medidas fiscales se esperan probablemente antes de las elecciones en septiembre, cuando puede transformarse la estructura de tasas corporativas que pueden aliviar algunas de las pérdidas que se esperan los meses venideros.
Fuente: Economywatch
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