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19 mayo 2009

Brasil y China tratan de desplazar al dólar como divisa en comercio internacional

Estados Unidos pierde fuelle, y ello ha originado trastornos graves en el comercio mundial, que han trastocado seriamente la economía de países boyantes. Por ello, no es de extrañar que aparezcan reacciones dirigidas a suplir las carencias de dólares, moneda cuya hegemonía ha dominado el comercio mundial desde hace años.
The Wall Street Journal informa en su edición asiática de los movimientos que está habiendo en la industria petrolera de Brasil buscando financiación en socios poco naturales como China. Brasil busca el cash que necesita para explotar sus masivas reservas petrolíferas, y como compensación garantiza un buen flujo de petroleros bien cargados hacia China. Las operaciones que se negocian estos días alcanzan miles de millones de dólares y si acaban fraguando pueden acabar estimulando notablemente la economía brasileña.
El gigante Petroleo Brasileiro SA, controlado por el estado, necesita 174.000 millones de dólares los próximos cinco años para dar el impulso que Brasil necesita entre las mayores economías petroleras del mundo. La sequía de los mercados de crédito hacen que la "conservadora" China asuma un papel predominante en el comercio mundial.
El apetito chino por las materias primas, del que hemos hablado varias veces en el blog, hace presagiar que el gigante asiático desembarque con fuerza en Latinoamérica.
Los brasileños han encontrado que Estados Unidos sigue aún en cuidados intensivos, y por ello han tenido que recurrir a los chinos. Y China, está desde luego deseosa por extender su influencia en Latinoamérica y asentarse con fuerza en la región.
Las enormes reservas chinas han permitido que este país haya comprometido ya más de 45.000 millones de dólares en préstamos por petróleo a Rusia y Kazakhstan.
La riqueza china puede servir para reducir el papel de las grandes compañías internacionales del sector de los hidrocarburos, y conseguir para el gobierno un peso político que no esperaba.
Las crisis económicas intensas son incuestionablemente el mejor momento para hacer grandes negocios, quien le iba decir a Hu Jintao que iba a tener a los aliados más directos de Estados Unidos llamando a su puerta.

Fuente: The Wall Street Journal – Asia

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