Según Stephen Lewis, economista jefe de la londinense Monument Securities, ni en los peores tiempos de los años 70 se vieron niveles de emisión de bonos como los que se están produciendo ahora en el Reino Unido.
Según cuenta Bloomberg, Gran Bretaña planea vender esta semana un nuevo paquete de 5.000 millones de libras a través de los bancos. Este nuevo préstamo del gobierno, que castiga aún más las cuentas públicas, se utilizará nuevamente para inyectar liquidez en los sucesivos paquetes de estímulo a la economía que vienen poniéndose en marcha en el país. Estos estímulos, similares a los españoles, intentan reanudar el moribundo cadáver de la economía convencional, pero cada vez queda menos margen para seguir inyectando cantidades masivas de dinero. El gobierno británico se gastará este año en medidas de ayuda la friolera de 220.000 millones de libras, alcanzando el 12,4 % del PIB, la cifra más alta de los países desarrollados.
Los costes de los préstamos inexorablemente subirán, pues cada vez es más difícil colocar estos enormes paquetes de deuda entre los ahorradores. El rendimiento de estos bonos ha aumentado al 4,69 % esta semana, el valor más alto desde enero. Poco a poco va confirmándose una hipótesis que desde hace meses venimos defendiendo en Todoproductividad. En una crisis de liquidez como la actual, independientemente de lo que cueste el dinero, la remuneración por la “liquidez” aumenta conforme lo hace la escasez de dinero.
Reino Unido es como España uno de los países en los que las agencias han bajado la calificación de la deuda, lo cual provoca automáticamente un encarecimiento de los préstamos. Los vendedores de bonos venden estos productos con dificultades, y para colocarlos buscan inversores como los fondos de pensiones privados y las compañías aseguradoras.
Grecia es otro de los países que andan cortitos de fuelle para enfrentarse al credit crunch, de hecho es la segunda nación europea más cargada de deudas. También ha realizado en los últimos días una colocación de deuda, que en su caso ascendió a 8.000 millones de euros. También los griegos pagan cara su deuda, en concreto 187 puntos básicos más que la deuda alemana, aunque ha bajado el diferencial de los 302 puntos registrados en marzo.
Otro país que recurre a la deuda es Austria, que colocará en el mercado 2.000 millones de euros próximamente.
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